Uno de los objetivos principales que se plantea una empresa industrial cuando aborda un proyecto de digitalización de la planta de producción es la eliminación de los papeles en planta; la distribución de documentación entre las máquinas es engorrosa, lleva tiempo, y provoca errores, ya que no siempre “se baja” la versión correcta, o se actualiza con retraso.
La mayoría de las empresas proveedoras de sistemas MES 4.0 que dispongan de un módulo de Documentación prometerán la eliminación al 100% de papeles; sin embargo, aunque a nivel técnico es una problemática resuelta desde hace tiempo, a nivel operativo puede que no sea tan sencillo. Es más, puede que no sea recomendable eliminar el 100% del papel.
A continuación trataremos el tema con mayor profundidad.
TIPOS DE DOCUMENTOS QUE NOS ENCONTRAMOS EN PLANTA
1.- Documentación general de consulta
Nos encontramos aquí con documentos de Riesgos Laborales, Orden e Higiene en el puesto de trabajo, información genérica de Recursos Humanos, manuales de las máquinas, etc. Habitualmente en formato pdf e incluso vídeo.
Son documentos que no sufren muchas variaciones al año, pero que tienen que estar disponibles en planta en cualquier momento para su consulta desde el puesto de trabajo, muchas veces como parte de una certificación de Calidad. En este caso su digitalización y uso dentro del MES es completamente factible y deseable, ahorrando tanto el espacio físico que suelen ocupar las carpetas como las tareas de reimpresión y distribución cuando sufren cambios, y que a menudo van con retraso o directamente no se hacen.
2.- Planning de fabricación
En resumen, la secuencia de trabajos con su prioridad que se distribuye a cada máquina. Es un documento clave y que está “vivo”, sufriendo continuas variaciones incluso varias veces al día.
Supone una continua fuente de errores en la comunicación oficina-planta y un agujero negro de recursos y tiempo, obligando al personal a actuar con prisas cuando hay cambios urgentes.
No solo es factible y deseable el eliminar este flujo de papeles, sino que debería ser uno de los objetivos fundamentales a la hora de implantar un sistema MES, bien mediante herramientas propias de secuenciación/planificación o integrándolo con planificadores externos.
3.- Órdenes de fabricación y su documentación asociada
Más documentos clave: la orden de trabajo, con su hoja de ruta, escandallo de materiales, planos técnicos, instrucciones específicas del lote de fabricación, pautas de autocontrol…
Otro gran foco de generación de documentos en papel que lleva mucho tiempo imprimir, recopilar y distribuir entre los puestos de trabajo.
Es factible, y operativamente eficiente, el controlar y visualizar esta información mediante el sistema MES de planta, con una pequeña salvedad: los planos, cotas de piezas, etc. En este caso, y dependiendo del tipo de producto a fabricar, puede que lo más cómodo para el operario sea disponer de una copia en papel que pueda llevar encima y consultar sin tener que desplazarse a las pantallas del MES (podría resolverse usando tablets portátiles, pero entonces el problema es el coste de tener un dispositivo por trabajador).
También es deseable en este caso que el MES tenga la posibilidad de impresión de los documentos bajo demanda, de forma que el operario decida si imprime o no una copia del plano.
4.- Identificación del trabajo en curso
Este es el papel del cual más complicado es prescindir, por no decir imposible, al menos en entornos de fabricación discreta que no estén 100% automatizados.
En el caso de aprovisionamientos de materiales que se hagan trasladando palets, sacos, cestones, etc. de materia prima a pie de máquina, dichos palets deben estar identificados con el material/lote que contienen, y la orden de fabricación a la que se destinan para que el almacenero no se equivoque al moverlos al puesto de trabajo, y el operario de fabricación verifique que se corresponde con la orden en curso. Y para registrar la trazabilidad del consumo, evidentemente.
Igualmente, el producto en curso que sale de máquina y debe ser trasladado al siguiente puesto de trabajo, o a una zona de espera/buffer en almacén, debe ser identificado como mínimo con la orden de fabricación a la que pertenece, y a veces incluso con el siguiente puesto en la ruta que le corresponde (en el caso más general). Esta identificación, aunque pueda hacerse de forma más o menos sofisticada con dispositivos tipo tag, será recomendable que tenga información legible por el ojo humano para su rápida selección por el personal de fábrica.
5.- Partes de trabajo
El clásico bono de papel que rellena el operario y posteriormente “se pica” a mano en oficina en el sistema de gestión, huelga decir que es un documento que hay que eliminar sí o sí al implantar un sistema MES.